Verano de Nieve

Os voy a contar (susurrar) dos cosas:

La primera es que el instinto de autodestrucción no es esa película de ese adicto al riesgo que no sabe vivir sin tirar los dados sin mirar en una apuesta a todo o nada.

No.

Es mucho más simple , menos extremo, más extremo. Empieza por saber soltar el timón (dejate llevar…deslizate)

Nieve….

Es fácil erosionar todos los cimientos de una vida que dabas por sentada, una lección aprendida tiempo ha… Demasiado fácil cuando te das cuenta que las vigas de maderas están podridas, carcomidas como tu mente de pirómano. Y así, con la paciencia de la Parca, vas envenenando todo y a todos los que forman parte de tu ecosistema.

No necesitas un bólido del 69 y un barranco en las colinas de Hollywood. El trueno es más ensordecedor en el silencio (susurro) de aceptar que estamos jodidamente locos. De atar. Y te da igual. Y sigues excavando.

Incluso sigues amando.

La segunda es que si sueltas el timón es muy facil que acabes perdido, y te despiertes del sueño en el faro en la tormenta. Otra noche lamiendo la lluvia de tu cara y sonriendo de nuevo por primera vez sinceramente.

Que no estoy loco. Que es nieve. Por qué sonries?

Os voy a susurrar otra mentira. No eran dos. Nunca serán tres. La vida es un circulo.

Una espiral descendente.

Y a pesar de todo, no quiero dormir.

No puedo dormir, aunque no te dejo de soñar. Pero tú, no eres tú. No puedes ser tú. Te vi morir.

Y tras este infinito pero efímero viaje, tras este descanso abandonándome a la desidia, me bajo del bólido, al borde del barranco. Porque una figura me espera en la oscuridad.

(Save me from myself)

Esperame.

Tocame.

Enseñame.

Recuerdame.

Narcotizame.

Olvidame

Saboreame.

(Despertemos juntos, será divertido)

Buenos días,¿has dormido?

~ por almarrota en 13 marzo, 2021.

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