Oceánide
Como un quinceañero, de nuevo
como un niño pequeño echándole valor
miro al cielo, detrás escucho tu voz
cierro los ojos , subo escalón a escalón
pienso en Dante y pienso en Jacob
y me lanzo apretando los dientes entre lágrimas y alcohol
Y caigo
Y ahi estás
En el suelo
Esperandome.
No se si para levantarme
o para que te salve yo.
Pero me dan igual, llamas o harpas ya.
Como Manson, ábreme en canal
deshecha las visceras y busca en mi interior
y verás el reflejo de un espejo roto con marcos roídos y una sonrisa feroz.
Entre estrellas nunca hubo hueco para lo que anhelo yo
Entre tus ropas hay perdida y asustada una niña con una mueca de dolor
manchada de arena mirando mis pies heridos con los restos de cristal de algun reloj
llorando y soñando y brincando en la brisa mojada de una noche sin dios.
Y yo subo
y yo caigo
y yo grito
y yo busco
retorcido y fallido y rendido y herido
y riendo contigo, hasta el puto infinito
en este ocaso que dibujamos los dos.